Estaba
a punto de celebrarse la llegada de la primavera. Para recibirla lo
primero que hay que saber es la estación que se está, o en la que
creemos estar y de la cual saldremos para dar paso a la llegada de la
primavera.
La
Teoría de los Cinco Elementos surgió de forma independiente en la
Medicina China igual que la teoría del ying yang, pero no pasó
mucho tiempo cuando se incorporó al estudio de la salud y la
enfermedad. Su aplicación se ha extendido sobre todas las ramas del
conocimiento. Así, en la medicina se desarrolla la teoría de los 5
órganos y 5 vísceras. De igual forma existen las teorías sobre
los 5 sabores, 5 colores, 5 puntos cardinales, 5 estaciones, 5
sonidos, 5 colores, 5 estrellas, 5 dignidades, 5 cereales, 5 carnes.
“El
ente humano posee 5 órganos que transforman 5 energías produciendo:
alegría, cólera, tristeza, reflexión y miedo”. Por ello se
reconoce la existencia de correspondencia entre órganos y vísceras,
elementos, sentimientos y su desarmonía es lo que puede generar una
enfermedad.
Los
5 elementos representaban las características energéticas de las 5
estaciones con sus correspondientes climas.
Sobre
el invierno puntualizaré algunas características. Es el ciclo donde
se alcanza el norte e impera el frio. Representa el agua y su energía
fluye, enfría e hidrata hacia abajo con suavidad y a la vez
potencia. Es la estación de la sensibilidad, del recogimiento, de la
tranquilidad e introspección. Los días son cortos y a menudo
nublados. Se siente la necesidad de descansar, de abrigarnos y
recogernos en casa. La naturaleza se ralentiza, descansa para
prepararse y resurgir con fuerza en primavera. Los colores negro y
violeta y el sabor salado activan el elemento agua.
El
agua es el elemento que se relaciona con los riñones y vejiga pues
lo tratan y filtran. Influye de forma equilibrada a nivel emocional
sobre la fuerza y la voluntad, la persistencia y sabiduría, así
como, en la receptividad, la fluidez, la capacidad de reflexionar, la
sensibilidad e intuición.
En
el mes de marzo se está finalizando el invierno. En los últimos
días se está en la estación intermedia: La tierra. Prevalece en el
invierno e inicio de la primavera. Se trata de un momento de
transición. Representa el centro y su característica se define como
neutra. Es el asentamiento donde se producen los cambios. No tiene
estación propia y acoge todos los elementos para la transformación
de energías. La naturaleza se encuentra en el momento de riqueza. A
nivel climático pertenece a una corta etapa imprecisa entre cada
estación. No hace ni frio ni calor, húmeda y de corta duración.
En
la medicina tradicional se relaciona con el bazo y el estómago y se
considera “la raíz del cielo posterior”. Pues son los órganos
de la digestión, los responsables de la maduración, transformación
y transporte de los alimentos para producir sangre y Qi. Hay que
asegurarse que durante el invierno la cantidad del elemento tierra
esté bien proporcionado en la dieta. Deben evitarse las dietas,
ayunos y purificaciones fuertes. Pues hace difícil mantener las
fuerzas y la temperatura corporal.
Conduce
a una conducta y aptitud equilibrada y estable. A nivel emocional
influye de forma equilibrada en la autoconfianza, simpatía, aplomo,
seguridad, firmeza, estabilidad, bondad, sinceridad, generosidad,
pensamientos claros. Se pueden producir desequilibrios, influyendo
sobre al obsesión, preocupación, falta de independencia, de
estabilidad y autoconfianza, envidia, egoísmo, sacrificio extremo,
problemas digestivos, úlceras.
Los
colores amarillo y naranja, así como, el sabor dulce activan este
elemento.
Estas
líneas recogen un resumen de lo expuesto sobre el invierno y el paso
por al estación intermedia para llegar a la primavera.
Pero
nuestro grupo es una vivencia de alegría pues pretendemos acrecentar
el Chi. Creemos que una gran alegría eleva el Chi. El cese de su
flujo se produce cuando hay una gran tristeza. La mejor manera de
dormir para aumentar la energía vital, es de lado con las rodillas
flexionadas. Así es conveniente que al despertar no hablemos
demasiado pues lo contrario hace que la energía vital disminuya.
Y
como repetimos al finalizar cada charla:
“Voy
a soltar 500 risas y luego voy a soltar 500 más, para ver el lado
positivo detrás de cualquier adversidad”.
Con
mis mejores deseos con el pensamiento, la palabra y el corazón.
Lucia.
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