Treinta rayos juntos forman una rueda para un carro.
Es el espacio vacío en el centro de la rueda
el que permite utilizarla.
Moldea una vasija de arcilla;
es su vacío interior el que le da utilidad.
Abre puertas y ventanas en una casa;
es el espacio interior el que crea la
utilidad de la casa.
En consecuencia, lo que tenemos puede ser algo
sustancial, pero su utilidad radica en el
espacio vacío, no ocupado.
La sustancia de tu cuerpo se vivifica
manteniendo esa parte de tí que no está ocupada.
Lao Tse.
Así comienza el capítulo dedicado a esta respiración en el Libro del Tao de la respiración natural de Dennis Lewis.
Para los taoístas, las diversas cámaras del organismo humano, especialmente el abdomen, el pecho y la cabeza, necesitan experimentarse como "grandes y espaciosos", para que nuestras distintas funciones y energías trabajen en completa armonía.
La sensación de falta de espacio, de que no tenemos sitio para expandir nuestra percepción de nosotros mismos, es la base de gran parte de nuestro estrés y malestar. El sentir la falta de espacio, ya sea a nivel personal, psicológico, interpersonal o sociológico, ha derivado en una experiencia de confusión, conflicto, desequilibrio y negatividad general en la sociedad moderna. Pero al comenzar a abrir nuestra perspectiva y descubrir nuevas dimensiones del espacio dentro de nuestras experiencias inmediatas, la ansiedad y frustración que resulta de la sensación de limitación automáticamente se aliviará; y podremos incrementar nuestra capacidad para relacionarnos de forma sensitiva y efectiva con nosotros mismos, los demás y nuestro entorno.
El descubrimiento de "nuevas dimensiones de espacio dentro de nuestra experiencia inmediata" es la base de nuestra salud y crecimiento interior.
Hay tres espacios respiratorios: el superior que va del diafragma hasta la cabeza; el medio, desde el ombligo hasta el diafragma, y el inferior, desde el ombligo hacia abajo.
La respiración espaciosa no es una práctica fácil de aprender. Permite que el cuerpo se libere de su pesadez y falta de vitalidad, así se siente más ligero y a gusto, se siente bien y más capaz. Su práctica por la noche favorece la calma y ayuda a dormir mejor. Durante el día proporciona una sensación de mayor vitalidad relajada.
Los ejercicios son 8 y se pueden realizar sentado y de pie. Se deben realizar de forma progresiva.
Algunos de estos ejercicios los practico en clase Pilates. Estas enseñanzas se han extendido a varias disciplinas relacionadas con prácticas de autocuidados y vida sana.
Lucía.
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