Cuando la sonrisa interior se combina con una respiración profunda y espaciosa se crea lo que Dennis Lewis llama "la respiración sonriente". El efecto es muy poderoso puesto que la respiración puede influir sobre la producción de sustancias químicas beneficiosas en el organismo. En el libro el Tao de la respiración natural, Lewis señala que el centro que controla la respiración se localiza en el cuarto ventrículo de la base del cerebro, el mismo punto que también segrega muchos neuropéptidos.
Para él, la sonrisa interior dirigida es experimentalmente como un rayo de energía, de sensación y percepción, que guía la respiración espaciosa hacia zonas profundas del organismo.
Es una práctica fundamental. Produce un campo energético relajante y sensitivo que ayuda a observar las tensiones, actitudes y hábitos poco saludables que socavan salud y vitalidad. Ayuda a desintoxicar, energizar y regular los distintos órganos y tejidos del cuerpo. No sólo fortalece el sistema inmunológico, sino que modifica la forma de sentirse y percibirse a uno mismo.
La práctica de la respiración sonriente tiene dos finalidades: La primera ayudarte a contactar conscientemente con tu ser físico y emocional, y segundo, ayudar a liberar las energías derivadas de tensiones y negatividad innecesarias cuando te encuentras bloqueado.
Realizando esta práctica durante varios meses permite que se pueda practicar cuando surgen momentos de estrés y conflictos en la vida cotidiana.
Lucía.
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